miércoles, 22 de febrero de 2012

La Mercedes Benz Fashion Week Madrid menos hortera


Que siempre se acusa a la moda que vemos en las pasarelas de poco usable fuera de estas es algo que oímos cada vez que finaliza uno de estos eventos llamados Semana de la Moda. Hace un par de semanas tuvo lugar la edición de febrero en la capital española y hoy haremos un repaso de aquello que, digamos, pueda ser susceptible de verlo en la calle.


Victorio y Lucchino abandonan los aires flamencos por unos más bohemios. Terciopelo, encaje y cinturas ajustadas, básicamente en rojo, aunque también con tonos frambuesa, muy sesenteros. Vestidos globo (poco favorecedores para según qué figuras) o dos piezas ha sido su paso por la Fashion Week de este año. Colores quizá un poco estridentes, pero con siluetas femeninas y el delicado detalle que aporta el ya mencionado encaje, que podemos ver en todo tipo de prendas esta temporada. 


La burgalesa Amaia Arzuaga arriesgó con el contraste de texturas, en una colección de líneas generales seguras, muy “ponibles” de calle, que realizan una figura femenina con faldas de vuelo, colas de sirena y colores rojos, negros y grises. Un look muy sobrio al que habría que ponerle un toque diferenciador a través de complementos. 


De Juanjo Oliva vestía la noche de los Goya Inma Cuesta, nominada por La voz dormida, aunque de la alfombra roja os hablaré más tarde. El madrileño ofreció en la antigua Cibeles unas figuras ligeras gracias a faldas de vuelo por la rodilla, transparencias y una gran sobriedad en los colores. Claro ejemplo de ello, precisamente el look de Inma Cuesta, que vimos en la alfombra roja: escote en transparencia con forma de uve y unos hombros abultados. No pasó desapercibida durante su paso por la alfombra en los comentarios que se podían leer en Twitter.

Sobre el único desfile protagonizado exclusivamente por joyas, en un palabra, excesivo. Estoy hablando, evidentemente, de Aristocrazy.

Totón Comella y su línea de calle se quedan mi corazón después de haber investigado a fondo las colecciones presentadas en la Fashion Week. Juvenil, colorida, con cuellos de cisne y jerseys amplios, faldas de cuero y algunos tonos flúor, como detalle para mencionar, entre estas prendas, las modelos desfilaban con piezas de lencería también muy usables en la vida real. Un aire fresco en medio de mucha sobriedad y una calma en contraste a otras colecciones más escandalosas.

Para acabar con este breve comentario, la colección de Sita Murt, basada en un tejido: el punto. Para combatir el frío que venga en el próximo invierno, apuesta por jerseys de mangas acampanadas, mini vestidos y pantalones de equitación (algo habitual en las tiendas desde el año pasado).

Evidentemente la semana de la moda de Madrid fue mucho más que esto, que es solo una visión parcial y totalmente sujeta al gusto personal de quien la suscribe.

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